Y aun no me toca
no estoy en el infierno perpetuo
pero si en el purgatorio alquilado
Antes fui incorregible
ponía
poesía donde no la hay.
Provengo de una familia
que parecía una jauría de perros.
Talvez por eso concluí aquí.
Teníamos razón y acertamos al despreciar a los tipos
que
te golpean la espalda en señal de aprobación ,
por
logros que a ellos los transforman en
orgullosos gusanos de la caridad.
Por fin llego el invierno
Trabajo como perro para mi próxima instalación urbana
precisamente en el patio de los perros de bronce
en el patio de la antigua escuela de artes y oficio.
de oro en el horror
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