Flori cordero de la
rosa
Se podría decir
llorar hasta salvarse a nado de su propio llanto
Llorar como los
caiucis
Si es que los cacuis existen
Se podría decir he venido al mar llorando y mis lagrimas como
que suben las olas a la orilla de mar.
Pero todo eso y más
lo dijeron los poetas
Yo digo tengo grietas
en el rostro
Tengo la caras
desechas
Te amo, te amo, te amo
Y no sé qué hacer con
esto
Es una decisión brutal
y una prueba peor que la que le puso el
divino a abran
“mata a tu primogénito y dámelo como señal de tu respeto y amor
hacia a mí”
Tengo que pensar en Capitán
La cosa esta difícil
Tienen razón que las cosas pasan por etapa, pero no una a una, sino que pasan todas juntas y enredadas
y así solo puedes ver desde la oscuridad
La cosa esta oscura y aveces la luz viene de lo mas profundo de la oscuridad
Mi pensamiento me advierte las cosas, las soluciones y las musas salieron a dar una vuelta
No se sabe cuando regresaran
Estoy mal.
Y tengo grietas en el rostro. Desde la cuenca de los ojos, al
camino de las lágrimas que marcan el surco por el costado de la nariz a la comisura de mis labios.
Llorar no es una perdida de agua
No quiero y no puedo. No estoy preparado para mugrienta decisión
Pero tengo que pensar
en ti y en capitán.
Lo hice mal perdóname
por no entenderte
Por amarte así
Perdóname
Por ser humano
Se podría decir
Agonía
Pena de animal
Pena de escoria para la gana celestial
Floripondia
Flori Cordero de la
Rosa
Pulga, Ninaaaaaaaa y valla este canto esta pena a todos los perros y mi repudio valla a los que los maltrataron. Que se le
pudran los huesos en silencio sin que se den cuenta. Que el polvo que esparcí
sobre sus nunca les achique la cabeza y huelan
a estropajo de restorán barato. Estropajos
de carne atestados y la conchetumadre.
Antonio Becerro mayo 2014
Pinturas Cielos del segundo piso de Perrera Arte. Titulado la Sixtina de los perros. Obra de mi autoria
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