lunes, 2 de agosto de 2010

8 DE JULIO - CANCER



NOTA; Texto recuperado del disco duro de mi antiguo computador. ( 2004)

No esta demás recalcar que estas historia es un relato de ficción y cualquier parecido con la realidad o personaje es pura casualidad. Es culpa de mi mente.



Estaba bebiendo un vino tinto con olor a madera en un conocido bar con un par de amigos. Era un viernes de noche como todos los viernes nada de raro, excepto que era 8 de julio y me estaba celebrando el día de mi cumpleaños.

- Hola ¿Estas celebrando ya con tus amigos?- era Constanza al otro lado del celular.

- ¡Sí!, y esta muy bien, ¿Por que no vienes para acá?

- Oye, yo voy a ver con quien dejo a mi hijo ¿Y veo si puedo juntarme contigo o no?

- Esta bien, sino lo puedes dejar con nadie no hay problema veámonos mañana como todos los sábados.

- ¡Ya!, si lo dejo con alguien te llamo.

- Vale.

Para mi solo hace dos años el día de mi cumpleaños avía tomado importancia. Mi ex pareja en la primera celebración me avía sorprendido con una exquisita invitación por tres días ha un hotel frente al mar y la segunda vez avía organizado una fiesta sorpresa que casi me mato del susto. Antes de eso no celebraba nada, mas aun esta fecha pasaba casi inadvertida. Estaba en otra. Vivía una especie de fascinación fuera del control mental.


En la mesa entre copa y copas discutíamos asuntos varios, sobre todo lo de la noche anterior.- yo nunca te avía visto así- dijo Carlos, mientras la mesera dejaba una tabla con jamón serrano y una variedad de quesos.


La verdad es que yo hace bastante tiempo anduve excitado y alterado, pero durante este periodo ya no era el mismo de antes, ya no estaba en pie de guerra contra el mundo. Algo me calmaba o bien estaba cansado de tanta mierda. Mis ataques de furia eran cada vez con menos combustión. A lo que Carlos sé refería específicamente era a la violencia con que actúe la noche anterior frente al Bellas Artes, en contra de un plinto de plástico que simulaba ser de mármol y que publicitaba la exposición del escultor francés Rodin en Chile.


-Esté gueon anoche andaba súper agresivo. Con cuea no cayó preso. Por eso mismo nos fuimos celebrar al bar Liguria antes que quedara la caga - enfatizó Carlos.


Carlos era un hombre contagiosamente contradictorio, contenido y tenia una excesiva manía con la vejes. Siempre estaba diciendo; - “Uno que ya esta viejito” - o cargándote la frase “Ya no estas en edad para eso” - era un tipo lleno de vibraciones hasta las lagrimas cuando se emocionada con sus ideas. Quería ser escuchado y siempre quería tener la razón e imponer sus ideas. De lo que fuera. A veces radical y a la vez fiel y tierno. Era un tipo cíclico que renegaba de sus afectos con los otros. Él era un tipo del mundo de las ideas. Culto, pegado siempre a la regla, sobre todo un amante del arte y un gran bebedor. A pesar de auto clasificarse como un vejete prematuro se alistaba para asistir mas tarde ha un desfile de ropa interior femenina en uno de los hoteles mas lujosos de Santiago.


Benjamin era seductor, un caballero de buena estampa. Un mágico, un sobornador por esencia. Era un homosexual único en su especie. Letal, venenoso, informado y arriesgado al limite. Asaltante de bancos, traficante, escritor, músico, perfomancista, joyero, ex recluso y de gustos muy refinados. Todo un embajador de lo ilícito. Mientras pedía en portugués otro vino me contaba de sus próximos proyectos.- “Sabes en mi próximo proyecto me quiero crucificar al revés en una suástica de cobre y también quiero interpretar a san Sebastián clavado con flechas de cobre. Y luego darme un baño de tina fría con una manguera calientita metida en el culo, ja, ja, ja- esta bien Benja que mas quieres hacer- le dije.


Carlos y Benjamin eran mis amigos. Dos tipos libre pensadores de izquierda y algo solitarios. Cada uno tenía destinos distintos. Lo que los unía es que ambos estaban podridos como la mayoría de la gente en Chile. Por eso les gustaba producir eventos relacionados al goce por el arte. Por hacer arte para la gente. Situaciones para tener una vida más poética y autentica. Carlos paralelamente ha su afición por el arte soportaba un trabajo estable de ocho horas que lo mantenía feliz en sus rituales del barrio y a veces lejos del stress. Y Benjamin siempre tenía planes encubiertos y fiestas e invitaciones de la socialite donde asistir. Años mas tarde aparecería en la prensa que su cadáver fue hallado en un acantilado y se investigaba si era un accidente o un crimen. Nunca se supo.


Por mí parte después de estar una larga temporada en la cama por un tumor adentro en la cien. De apoco escribía y tomaba los pinceles. Estaba en una recuperación paulatina y ascendente. La energía y la movilidad y mi estado físico volvían con éxito. Estaba listo y esperaba con ganas a Constanza para celebrar juntos. Quería beber, comer y tirar solo con ella. Sentía que ella era el único ser humano de este mundo que yo le importaba realmente y me quería. Para mí la vida era un terrible accidente. Por tanto no tenía tanta importancia la longevidad, ni menos la vejes y un poco me importaba todo una mierda. A pesar de ser un tipo sin mayores desventajas, tres veces antes había cenado con la muerte casi sin regreso. Constanza me hacia esa realidad mas soportable.


- Hola sabes no voy a ir para allá. Me gustaría celebrarte en mí casita pero tienes que venir aaaal tiro- otra ves era Constanza. Esta vez se le escuchaba algo borracha.

- Unn, ya me di cuenta es demasiado tarde. ¿Y encontraste con quien dejar a tu hijo?

- Sí, lo deje donde mi madre. Pero vente al tiro, te espero.

- Ésta bien voy al toque.

- Pero cuanto ¿Té demorai?

-¿No sé lo que se demore el taxi media hora talvez?

- ¡Ya pero al tiro, quiero verte ya, un beso!

- Bueno un beso.


El taxista era un buen conductor y se escuchaba en la radio un tema que decía;

“VOY CRUZANDO EL RIO

SABES QUE TE QUIERO

NO HAY MUCHO DINERO

LO HE PASADO MAL, LO HE PASADO MAL.

LA.LA, LA…..LA, LA,LA.LAAA. LALALA

PERO, DEJA QUE SEA UN RESPIRO ESTE MUTUO AMOR,

LA,LA, LA….LA,LA,LA, LAAAA ,LALALA".


Constanza abrió la puerta de su casa. Estaba vestida con el vestido rosado que más le gustaba. Medias negras y algo despeinada. Olía a copete, cigarro y me abrazo.

- Hola feliiiiz cumpleaños.

- Gracias.

- Oye no te tengo ningún regalo, ni siquiera pense en ello.

- Chuta yo me había hecho la ilusión de un regalito.

- Chi¨, ya estay bastante grandecito pa eso, po Antonio.

- Bueno, si tú lo dices.

Nos sentamos en el living y tratamos de conversar algo. Pero ella me abrasaba y solo me miraba, estaba muy borracha, no coordinaba bien. Sé subió el vestido y se abalanzó sobre mí.

-¿Qué pasa no te gusto así?

- No, esta bien solo que tienes un aliento a cigarro muy fuerte.

- Sí pero no importa yo te quiero mucho.

- Sí claro.

- ¿Que pasa? ¿¡Uf, que estas pesado!?

- Si puede ser, por lo menos me hubieses esperado para tomar juntos.

- No sé Antonio yo solo sé que te quiero. Yo ya no sé que más hacer, lo he dado todo.

- Si puede ser, pero la idea de venir para acá es para que hubiésemos celebrado juntos.

- Lo único que te puedo decir es que te quiero. ¿Por qué mueves el pie de esa forma?

- ¿Y tanto tomaste en todo este rato?

- Mira no empieces, lo único que te puedo decir es que te quiero.

- Esta bien Constanza pero ¿Qué hiciste en todo, este rato?

- No sé, yo te quiero mucho.

- ¡Si me quieres respóndeme!

- No, yo solo te quiero.

- Tú no quieres a nadie, tú te quieres a ti misma. No, tú quieres la idea de cómo te gustaría que te quieran.

- Yo te he dado todo.

- Yo no te pido nada, solo que estemos bien. Y para que estemos bien respóndeme lo que te pregunto.

- Oye no empieces a interrogarme, mi vida es mi vida y en ese espacio tú no entras.

- Entonces cual es mi espacio en tu vida.

- No sé, yo solo té puedo decir que te quiero.

- Entonces respóndeme ¿Qué hiciste en es rato?

- Déjame ya de preguntarme.

- Constanza respóndeme, ¿Qué estuviste asiendo todo este rato y con quien estuviste?

- No, no, no, no te voy a responder.

- Entonces, ¿Ha que chucha vine para acá?

-!No sé!, sabes que más! ¡Que se valla todo a la mierda! Si quieres.

- Bueno, si es así, no hay nada más que decir, chao.

- No, no, no, no, espera.

- Ya vasta ¿Qué onda? De esto se trata mi celebración.

- Lo único que siempre importa eres tú. Tu, tu, tu.

- Si, sobre todo si me tratas así.

- Sabes yo actúo así por que contigo hay que protegerse, para no sufrir. Para mi no a sido nada de fácil andar contigo. En tu vida eres oscuro, hermético, “artista”, te gusta estar solo, no crees en nadie, no te gustan las fiestas, ni estar con gente y me tratas mal. Solo te entretienes con esas pendejas y esa manga de gueones que andan contigo.

- Si claro, y como andamos por casa, desde el poco tiempo que te conozco para mí también no ha sido nada de fácil soportar tus historias de promiscuidad y tus aventurillas lesbicas. Mas encima siempre amenazándome con que puedes salir y ser como antes y tus amigos, la salsa, tu amiguita, el secretito, el baile, la música basura, el copete y el baile despiertan a la zorra que tenis adentro y la guea y la guea y la guea y la guea.

- ¿Y tú él mas piola? Eres un maricon creo que te aprovechas de mí, me hieres. Siempre dices que recién me estas conociendo. ¿Que tiene que pasar para que me conozcas?

- Yo no soy ningún santo y tampoco el peor y como siempre me terminas echando la culpa a mí. Ya estas bastante viejita para que te mires el ombligo y te veas quien eres, a ver si así asumes tus consecuencias. Por lo menos hoy.

- ¿Ya tú el mas consecuente?

- ¿Que sabes tú de mí?

- Ya basta, este bien, no estuve con nadie.

- No te creo, estas patéticamente borracha y algo escondes.

- Todos los hombres son iguales, nunca entienden nada. Solo se importan así mismo.

- Y que tiene que ver eso con lo que te estoy preguntando, responde ¿Con quien estuviste?

- Ya te dije, con nadie.

- Como que con nadie, si me dijiste ase cuatro horas atrás que ibas a ver con quien dejabas a tu hijo. Y no creo que ¿Hayas estado bebiendo con tu hijo?

- No, lo que pasa es que me puse a beber sola por queeee tenia un presentimiento, de que en tu cumpleaños algo iba a estar mal, que algo malo iba a pasar.

- Chucha la guea y tu presentimiento te puede mostrar lo patética que te ves mintiendo borracha.

-Ya no seas hiriente.

Estábamos de pie discutiendo al lado de la pequeña mesa de centro. Había una música que no se escuchaba o más bien no la recuerdo. De pronto veo un pedazo de torta y le pregunto.

- ¿Y esta torta de quien es?

- De nadie

- Como de nadie

- Esta bien te voy a decir la verdad. Es del cumpleaños del toño.

- Cómo es eso ¿También de cumpleaños el toño?

- Sí, esta de cumpleaños el mismo día que tú y es cáncer igual que tu

- No te creo, por que no dices la verdad, ¿Qué escondes?

- Antonio te juro. Me fui a la salida de mi pega, más o menos a las seis. Es la verdad, si quieres llámalo.

-Ya lo único que faltaba. Llamar a uno de tus amantes. ¡Llámalo tú¡

- Si po, sino me crees nada, yo ya no sé que más hacer te lo he dicho de veinte mil formas y !él es mi amigo!

- ¿Y no que ibas a dejar a tu hijo con tu madre?

- Si, pero lo que pasa es que lo deje a la una y no a las seis, como te dije.

- Osea estay usando a tu hijo pa engrupir, ¿No será mucho digo yo?

- !No!, no estoy usando a mi hijo !Y no te metas con él!

- Yo no lo meto, tú lo metiste en esta situación. Oye yo nunca había estado con una mujer con un hijo, te cuento que es bastante difícil.

- Mira te estoy diciendo la verdad es que tenia un presentimiento de que este cumpleaños seria un desastre por eso mentí y me fui a celebrar con mi amigo su cumpleaños y te traje un buen pedazo de torta de regalo, además me hablaste tanto de que en tu cumpleaños pasado tu ex novia te lo avía celebrado súper bien, entonces las expectativas eran altas y me confundí. No te enojes- remato Constanza.

- Puta la guea y como no si yo vengo pa acá a pasarlo bien contigo y por un puto presentimiento me desestabilizas las ganas de verte. Yo venia bien, súper bien a verte, pero que chucha no endiento, tanto te costaba decir eso, ¿cuál es tu mierda de problema?. Para que te ases tanto drama, si quieres yo puedo ser solo un pene Express para tí y así me llamas cuando necesites que te lo meta yo veré si tengo tiempo o no. No juegues con mi tiempo.

- ! Sabes que más! que todo se valla a la mierda. Cualquiera se manda una embarrada - agrego Constanza.

- Sí pero tu té mandas varias y seguidas. No te quieres perder pan y pedazo. Parece que muchos estamos en tu jueguito. Para que vendes la poma de la pareja, si no puedes respetar los mininos consensos. Solo el respeto mínimo, para ambos. ¿Tanto te gusta la guea? ¿Tan proclive eres al descontrol del copete? No es la primera vez. Quieres que te enumere ¿Tus embarradas como dices tu? ¿Tus salidas? ¿Te acuerdas cuando me invitaste a una fiesta y por que llegué un poco tarde ya estabas con otro tipo? Y más encima me digites;"Es que te demoraste mucho". Sabis que ma chao.

- Lo que pasa es que tú tienes mucha imaginación.

- No insultes a la imaginación con tus hechos. Sabes que ma chao.

- No espera, si es verdad yo te quiero mucho.

- ¿Así? Entonces comete este pedazo de torta - le dije- y se lo tire por la cabeza. Le di de lleno en la cabeza.

Me acerqué y con la mano derecha le esparcí la torta en la cara y el pelo. Ella me miro desconcertada y se fue acostar. Dejo unos pedazos de torta esparcida por la alfombra camino a su dormitorio. Y antes que se acostara unte con el dedo índice, un pedazo de torta que colgaba del pelo. Sabía a manjar, chocolate y crema chantillí. Agarre una copa y me serví vino. Prendí la radio y me senté en el sofá a esperar el término de la noche. Allí sentado recordé que yo no nací el 8 de julio, sino un viernes 8 de febrero, a las 8 de la tardé, a los 8 años de ese verano. Nací brutalmente después de morir ahogado en una noria de campo. En el campo de mi abuela. Es decir, me caí a un pozo profundo lleno de agua. Cuando lograron sacarme había tragado tanta agua que estuve muerto clínica y orgánicamente dos minutos.

De hay en adelante las situaciones desagradables me afectaban psicológicamente y físicamente. Todo el cuerpo se me estremecía con convulsiones, nauseas, vértigo y escalofríos.


Partí al baño con la piel tiritando y vomite. Luego volví al living. Subí el volumen de la radio y escuche variados temas.


Luego en la madrugada, casi a la hora celeste me acosté a su lado, sentí la suavidad y la tibieza de su piel. Se lo metí. Ella dormida se doblo, se acurruco con ternura pegada a mi cuerpo y yo le susurre al oído; "No quiero soñar mil veces estas mismas cosas, quiero que me trates suavemente".


Por Antonio Becerro.

Santiago 2004

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